martes, 22 de febrero de 2011

Qurido Adenium 5


Tal cual resplandor de trueno en una noche nublada fue el tiempo que pasamos en el puerto ya que ni tiempo tuve de reflexionar que estaba frente al mar, el mismo mar que me vio nacer, que me recuerda a mi amada madre, la cual busco sin encontrar y sin dejar a un lado de que también me recuerda al estúpido de mi padre.


La llegada al barco de Walfort no fue uno de los mejores momentos de mi vida. Los primero días en altamar fueron difíciles pero poco a poco se fueron desapareciendo esos malos ratos ya que entre la rutina y el maravilloso velo de estrellas que cubren las noches en el mar todo mejoro; al levantar la mirada al cielo es como ver un cofre lleno de diminutos y bien pulidos diamantes invitando a ser tomado, pero inalcanzables para nosotros los mortales e irónicamente a los pies de los Dioses.

Una noche los hombres, en este caso “tripulación”, se encontraban haciendo apuestas y jugando a los dados con ciertos miembros de mi grupo. Las estrellas caían del cielo como si los dioses lloraran, dicen- Cada que caiga una estrella se pida un deseo- cuando estaba en mi quinto deseo logre visualizar una navío. Corrí como “alma que lleva al Diablo” – ¡No atacan todos a sus puestos!- y como era de imaginarse en un grupo de hombres con pocos valores y dos interés en la vida: coger con rameras y ahogarse en el alcohol, me ignoraron; en vista del éxito no obtenido decidí ir al camarote de Walfort. El pequeño pasillo me permitió corre con seguridad ya que el vaivén de las olas puede hacer que alguien pierda el equilibrio y caiga. Llegue al camarote de Walfort - ¡Capitán, capitán estamos siendo atacado! – Desprendiéndose de los brazos de Morfeo y terminando de quitarse el polvo del “Hada de los Sueños” Walfort regresa al mundo real – ¿Qué pasa? ¿Quién me levanta? ¿Quién está haciendo tato alboroto?- Creo que al mismo tiempo que le explicaba a Walfort que estábamos a punto de iniciar un combate la tripulación y mis amigos (que raro suena que les diga amigos, pero me siento cómoda con ello) reaccionaron…¿¡Mmm o bien Walfort es un gran capitán!? Ya que con solo grito – ¡A las armas nos atacan!- La tripulación estaba preparada para el combate.

Testigos fueron el mar, las estrellas y la noche de aquella batalla en altamar. Los zumbidos de las flechas no cesaban. Los enemigos lanzaban flechas envueltas en llamas las cuales impactaron en nuestro navío, el cual comenzaba a quemarse muy lentamente – ¡Fuego, nos atacan con fuego, maten a esos desgraciados!- gritaba Walfort. Los barcos estaban alineados era inminente el siguiente movimiento de nuestros enemigos, estaban preparados para el abordaje. Más de pronto escuche aquel grito de guerra que cada día era más familiar - ¡Hork romper culos, Hork matar!- dejando nuestro nave de un salto Hork llego con esa violencia que lo caracteriza a precisamente eso “Romper culos” Mientras tanto nosotros en nuestro nave intercambiábamos proyectiles con nuestro enemigos. El lado arcano no falto ya que Los dragones de fuego (Misiles mágicos de Cirseus) y esas bolas de energía que parecen de fuego (Misiles mágicos de Adam) iluminaban el espacio. El fuego de nuestro navío que comia la madera a sus paso ya no era tanto debió a la astucia de Cirseus, utilizando sus hechizo lo estaba extinguiendo. Hork después de romper culos cae herido de gravedad en el barco enemigo. Korben en una gesta heroica no piensa en el riesgo y deja la seguridad de nuestro barco e intenta dar un salto al barco enemigo para ayudar a nuestro buen amigo Hork, pero Olidamara siendo un tramposo y bromista llamo a su hermano Moradin en ese momento y este dejo de ver a su hijo Korben, el cual cayó al mar como si fuera el ancla del barco, Korben paso de ser el rescatista a ser el rescatado, no hay duda que la vida nos cambia en segundos. Lobo el cual se encontraba en el mástil de nuestro barco al ver que Korben estaba en problemas salto al mar con un clavado poco ortodoxo pero cumplió el objetivo, ayudar a nuestro hermano de armas. Cirseus con agilidad de gato salta al navío enemigo para ayudar a nuestros hermanos. Cirseus ayudo a Hork. Adam después de recibir el impacto de una flecha yace en el suelo desangrándose, intente ayudarle pero no pude me sentí tan impotente al no poder ayudarle, sentí que lo perdía, desesperada por no saber qué hacer gritaba al Walfort casi en un llanto de angustia y desesperación -¡Ayúdelo Capitán por favor!- No fue una técnica muy impresionante que digamos la que utilizo Walfort pero funciono a la perfección. Adam dio una bocanada de aire la cual me tranquilizo. Instintivamente salte para abrazar a Walfort como cualquier chiquilla lo hace después de que su padre la rescata de aquel ataque de una avispa la cual luce como un dragón gigante.

Mas tranquilos y todos reunidos en el nuestro bote fuimos a inspeccionar nuestra recompensa, fue buena de las mejores que hemos tenido últimamente. Lo mejor fue haber encontrado el arma de Korben el cual la había perdido en el salto que dio tratando de rescatar a Hork.

Walfort nos invito a que celebráramos nuestro triunfo. Korben con el corazón en la mano nos dio las gracias y podría jurar que Moradin lo bendijo con el don de la palabra ya que hablo como lo que verdaderamente es, un clérigo, -Para ustedes no habrá ningún cobro por mis servicios ya que estamos en la misma causa. Hoy ofreceré un servicio por si gustan acompañarme - mis hermanos no lo notaron pero una lagrima rodo por mi mejilla al ver que tanto hemos crecido juntos. Aun no secaba mi lágrima cuando Cirseus ataca verbalmente a Korben poniendo en duda su fe. Desconcertado Korben baja la mirada como si buscara una respuesta, pero no la encontró, en ese momento sentí como una suave briza de primavera rosaba mi rostro y escuche cantos celestiales (efecto que sale en el programa La Rosa de Guadalupe) y una voz que me dijo –El arma, entrega el arma a Korben y dile que son duras las pruebas que nosotros les ponemos para probar su fe y que mejor prueba de amor quieres que esta que te entrego en este lugar, el mar, que no es el nuestro- y así lo hice, no supe si fue el alcohol o la emoción de estar viva o algún embrujo de arcano, pero paso.

Los días siguientes la relación entre Adam y Walfort se hizo muy fuerte al igual que mi relación con Walfort decía que le recordaba a su hija. Hable con el de todo lo vivido, abrí mi corazón a el ya que encontré en el lo que nunca había encontrado en mi padre “Amor y honestidad” La paciencia Walfort fue increíble ya que nos enseño, a Adam y a mí, algunos de los secreto de la navegación…espera, que pasa afuera?

6 comentarios:

Winona Raven dijo...

...En realidad no dejo de apreciar...que de todos mis compañeros, tu con Ireland...son los que más tienen aprecio por mi...te lo agradezco hija...
es dificil ser clerigo, ya me doy cuenta...el amor de las personas en este mundo está dirigido hacia su persona, en lugar de hacia los demas...o hacia el oro o el poder...
Te agradezco tus atenciones, y muestras de afecto, hija...

Tienes mi bendición...
Korben.

Khail Dremanber dijo...

¿cuanto le vas a cobrar por la bendición?

enrique dijo...

ahhhh si puto ya ni porke te defendi de el aulin

Aramil Nailo dijo...

Momento caballeros aqui uno habla de todos.

Dungeon Master Jhering dijo...

Jajajajaja. El aulin! Dice jacks que es el orin. Jajajajja. Ches perras de cirseus y adam. Nada mas se andan peleando.

Marco, no sabes cuan agradecido estoy como tu master y amigo por tu aporte al rol. Estas mejorando bastante, al final del año deberias de juntar todas tus historias, pulirlas y hacer un libro.

+200 xp

Esperen nuevas cosas en el ya que le dare permisos de administrador a algunos cuantos que pueden aportar al mismo por su experiencia en esto.

Aramil Nailo dijo...

Muchas Gracias Fofo y a todos. Tus palabras me inspiran a que continue con esto y lo del libro suena muy interesante, gracais por la idea.