Un bello regalo

Hedor, obscuridad, muerte y desgracia son solamente algunas de las cosas que saltan a mi mente mientras fumo uno de mis cigarrillos de pétalos de rosa y conduzco el navío. Veo frente a mí el otro navío piloteado por un hombro extraño del cual emana un poder arcano que el no sabia y que gracias a Adam descubrió. Solitario y un poco alocado pero muy lleno de amor, Warlfort, (suspiro y exhalo el humo que endulza un poco el hedor de aquel mar de la perdición y desgracia) apenas y susurro su nombre inconscientemente –Warlfort- y volteo a verle y al miso tiempo el me ve y me hace la seña para detenernos. Admirada y sorprendida por el oído de Walfort sigo las instrucciones de Mi Capitán.

Aun no era ni medio día cuando Walfort me dice que pase a su navío para que comamos algo. –Seiren, por favor trae algo de queso y fruta para almorzar algo ya que será un camino largo- No entendia de que hablaba. Durante el almuerzo Walfort me contaba de sus innumerables aventuras en el mar las cuales me cautivaban como cuando un padre cuenta una historia a sus hijos para dormir, o bueno al menos eso es lo que pasa en los cuentas que he leído ya que jamás lo he vivido. Mi padre fue un excelente maestro y se que estaría muy orgullo de mi, pero no fue tan buen padre, ya que como era mujer tenía otros destino para mi…pienso que jamás imagino que “ Mi Espina” fuera quien le vaciara el cuerpo – ¡Booom! Cayendo todo el mástil y asi fue como los derrotamos y salvamos a los cautivos- dijo Walfort. Regrese en mi y sonreí como cual hijo ve en su padre un héroe de mil batallas. –Brindemos hija- Walfor alzo una copa que no había visto antes tenía un brillo natural el cual ilumino por completo el camarote de Walfort cuando un rayo de sol pego en ella, pero cuál fue mi sorpresa que después de ese resplandor lo que vi fue solamente una copa de madera y comenzó nuestra platica –Hija en ocasiones uno se deja llevar por las apariencias y deja volar la imaginación, hoy te invito a que bebas de esta "simple copa" la cual me entregaron hace tiempo en agradecimiento 3 caballeros que venían huyendo de alguien o de algo que quería matarlos. Lucían como guerreros pero al ver sus actos de fe comprendí que eran Clérigos o Paladines. Los deje en una costa y allí me entregaron esto y me dijeron que el Dios Verdadero estará siempre conmigo. Siguieron su camino ya que aun era largo. Pienso que es una copa mágica ya que siempre está vacia, pero en momentos difíciles como en momentos de paz siempre se llena y al tomar de ella uno se llenas de ánimo, paz y tranquilidad (refunfuñé) pero eso son solo trucos no es nada serio-

En ese momento note como su mirada se perdía al igual que sus pensamientos y un par de lagrimas rodaron por sus mejillas y tomo entre sus manos aquel dije que llevaba en su pecho, repitiendo y viendo a la nada – En momentos de paz siempre se llena y al tomar de ella llenas de ánimo, paz y tranquilidad- seco sus lagrima con un movimiento rápido de su mano y girándose hacia su escritorio del cual saco una pequeña caja la que más tarde descubrí que era musical. – ¿Alguna otra aventura te dejo ese premio?- Quería decirle padre mas no podía algo en mi mente me lo impedía pero mi corazón me dictaba lo contrario. Sonrió –Así es Galadriel, la más bella e intensas de mis aventuras y mi más preciado tesoro- un silencio inundó la habitación, otro rayo de sol pego en la copa y se ilumino para después llenarse por sí solo y rompiendo el silencio con un hermoso y mítico canto druida que Walfort entono para finalmente decir –Mi hija, mi verdadera hija Seiren a ella le regale esto hace mucho tiempo y solo me queda esto mas su recuerdo- Mi ojos se cristalizaron y un nudo en la garganta me impedía pasar saliva y el llanto interno me hizo estresar mi cuerpo. Bebió de nuevo y ya no dijo más.

Tome un cigarrillo y le ofrecí uno, fumamos y escuchamos música de aquella bella caja musical. Los cigarrillos se consumieron el guardo la copa y aun de espalda me dijo –Es tiempo de que partas con tus amigos ya que te necesitan más que yo aquí, estaré bien no te preocupes por mi- intente decir algo y al instante se volteo y me miro fijamente con una bella sonrisa -¿Qué tramas “Padre”?- Upss!!! salió de mi sin pensarlo y sentí como mi cuerpo se relajaba y una paz interna ya que purgue mi pasado por completo. Tenia frente a mí la oportunidad de tener un padre de nuevo. Walfort cambio su sonrisa a una de padre orgulloso –Que hermosa sorpresa hija, gracias por decirme así, hace tanto tiempo nadie me decía asi- intervine –al igual que yo no lo decía- el prosiguió –Pues bien hija como te decía ve con ellos te necesitan pero antes de partir deja te regalo esto con lo cual podremos encontrarnos si es necesario adema que te harás más convincente y más perceptible cuando alguien quiera mentirte- Me entrego un arete de plata en forma de cruz que le entrego uno de los tres caballeros a los cuales ayudo y que me dijo que los otros dos le llamaban “Gran Maestro”.

–Gracias padre qué bello es, pero no es necesario- insistió que me lo quedara y lo hice. Subimos al bote salvavidas y me llevo a la orilla para después despedirnos con un fuerte abrazo. Antes de que partiera le pregunte -¿Qué no eras solo la copa lo que te dieron aquellos 3 caballeros?- comenzó a remar sin decir nada solamente esbozo una sonrisa.

No hay tiempo que perde. Tengo que correr…mmmm el Dios verdadero!!