miércoles, 21 de mayo de 2014

Busqueda II


        La aldea, Timmy y el mal sabor de boca habían quedado atrás. El hombre con el caballo blanco siguió su búsqueda, tenía que encontrar a Seiren a cualquier precio, no importaba el costo, no importaba dejar la vida en campo de batalla, en algún lugar desolado o en la mismo planos de las aberraciones. 

        Aquel hombre siguió el camino que había tomado Seiren en el cual encontró restos humanoides, arma, equipos y algunas vestimentas además de restos de una batalla. Dentro de las cosas que encontró también había cosas de mujer y cerca de esas cosas  encontró una espada que además de hermosa tenía una presencia de espiritual que emanaba de ella. Tenía un pequeño fragmento de un salmos de La Gran Madre “…las 7 palabras guiaran la vida…” tomó la espada junto con la funda para guardar en las alforjas de su corcel y seguir su camino.
 
        Realizó el ritual de la “Tierra” el cual es uno de los rituales más comunes pero más sagrado ya que es aquel en el cual se bendice el suelo para liberarlo de las malas vibras y espíritus malignos para poder dar descanso eterno a las almas de los caídos purgando el mal, no importa como allá vivido, ya que para La Gran Madre todos son sus hijos, finalizado el rito prosiguió su camino.

-Adelante Durandarte busquemos a esa chica!- una nube de polvo fue el rastro que dejo aquel par. Al llegar a la costa lo único que encontró fue el inmenso mar y una carreta con un gnomo muy pintoresco.

-Buen día noble señor-  saludo aquel sujeto sin desmontar su caballo de guerra. El gnomo respondió con un singular saludo –Buen día caballero. Salto, brinco y corro feliz por los campos! Si quieres saber algo es cuestión de un intercambio no necesariamente monetario.Su honestidad salta a flor de piel por tal motivo pagare con la misma moneda respondiendo con tal honestidad. Busco a una chica que no sé cómo es, pero siento una gran fuerza de su ser.- El gnomo hizo una cara de desacuerdo al ver que su intercambio no había sido como esperaba pero si había existido un intercambio no monetario. – Si a la que busca es aquella que fue elegida,  en un navío a partido a buscar su destino. Destino que no se ha cumplido- sin decir más tomo sus cosas y partió dejando al caballero frente al mar.

-Ahora qué sigue? A dónde voy? Como la encontrare? Que hare?- una lluvia de dudas le llegaron aquel sujeto el cual nuevamente estaba perdido.

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