viernes, 2 de septiembre de 2011

Una traición necesaria, que eclipso a Dranor.

- Ya ha pasado mucho tiempo y no sabemos nada de ellos, el último que partió fue Hasiko y han pasado varios dias. El ambiente está lleno de incertidumbre, las gentes comienzas a desconfiar y para ser honesta, sombra, mi esperanza comienza a flaquear- dijo Seiren sentada desde aquella roca que marcaba el inicio del camino en donde todos sus amigos y su amor partieron hacia tiempo.

Sombra jamás se le apartaba, casi no dormía y siempre estaba alerta de todo y contra todos; aquel noble animal sentía todo lo que Seiren sentía, incluso hasta lo que él bebe sentía.

Paso tiempo y todo cambio, el bosque, la gente, el ambiente y "la cuna" de Seiren cada día era más grande. Seiren pasaba mucho tiempo a solas hablando con su bebe y Sombra la escuchaba muy atento. Hablaba de sus aventuras, de sus sentimientos, de los planes que tenía, del clan y de un futuro bello pero lleno de dificultades...las cuales lograrían sortear hombro con hombro; le decía de la importante misión que tendría al nacer y que juntas tendrían que aprender de los cambios que están pasando.

La ausencia de sus amigos la hicieron tomar el control de aquel lugar, organizando a los hombre, mujeres y jóvenes a que realizaran rondines en los alrededores, preparar víveres, tener listo algunas armas improvisadas para la defensa del lugar y hasta una buena serie de trampas había instado en el lugar las cuales están marcada para que nadie accidentalmente las activara. Las tardes eran más sociables, se reunían en la plaza para hablar de cómo podían mejorar las cosa en aquel lugar además de escuchar las palabras de Seiren, la cual entraba en transe y se hacía llamar "La Gran Madre". "Hablaba de un gran cambio que estaba por llegar. Hablaba de Fe, Esperanza, Caridad, Prudencia, Fortaleza, Templanza y Justicia. Explicaba que había que vivir con estas 7 virtudes para así lograr inclinar la balanza del mundo al lado del bien o en el peor de los casos encontrar un equilibrio. "La Gran Madre" se hacía presente cada día, a la misma hora y en el mismo lugar. Después de salir del trance Seiren no recordaba nada y solo quería dormir. Todos especulaban que era por el embarazo que no recordaba nada...pero en realidad no sabían lo que pasaba y mucho menos sabían del "Libro de la Verdad".
















Una tarde llego un chiquillo corriendo al centro de la plaza buscando a Seiren, esta aun no entraba en transe - Sra. Seiren, Sra. Seiren!- gritaba el chiquillo a todo pulmón alguien llega parece ser el Sr. Otto con otros- Las mujeres que estaban alrededor de Seiren y ella se vieron con los ojos llenos de lágrimas y sonrisas amplias, pero duro muy poco la felicidad. Lluvia de flechas encendidas por fuego por doquier, los gritos junto con el llanto estallaron como bombas. Seiren aun desconcertada trato de organizar a la gente la cual no reaccionaba de forma correcta, el pánico se adueñó de ellos. Algunos se agruparon y se hicieron a las armas junto con Seiren la cual pensaba que Otto tenía problemas y que venían escapando...pero cuál fue su sorpresa al ver que el líder era Otto. Una fuerte punzada en el vientre de Seiren se hizo sentir cuando vio eso. Imágenes llegaron a su cabeza de toda su vida, momentos malos y buenos, los rostros de sus amigos, las experiencias y más.

-Sra., Sra., tenemos que irnos de aquí no hay oportunidad de enfrentar a todos eso o al menos usted salga de aquí, él bebe tiene que nacer- fueron las palabras de una mujer que nunca antes había visto, pero la cual le inspiro confianza ya que Sombra estaba con ella.

El combate fue tan corto como un suspiro, el ejército de apenas 15 seres destruyó aquel lugar por completo. Tres de esos 15 fueron a intentar capturar a Seiren la cual logro aniquilar a uno con un certero corte en la garganta, otro fue herido y muerto por el grupo de hombres armados de la ciudad y el tercero casi logra capturar a Seiren, pero gracias a la reaparición de aquella mujer misteriosa logro escapar.



La mujer y Seiren fueron guiadas por Sombra, el cual las condujo por un lugar que jamás había visto Seiren, logrando tomar ventaja a sus enemigos. El tiempo aun corría, pero Seiren no podía mas el dolor físico la mataba pero más el sentimiento de ver como Otto los ataco.

Recobrando un poco el aliento, hablo Seiren
-A quien debo agradecer el haber salido de esta?-

La mujer sin dejar a voltear a su alrededor, respondió -Susuka "Pétalo Dulce", soy hermana de Hasiko y ultima miembro de las Guardianas del Libro de la Verdad-

Seiren se le hacía familiar ese nombre de aquel libro, pero no sabía exactamente de donde lo había escuchado, por más que lo intentaba no lograba recordar nada.

Los pensamientos de Seiren le fueron arrebatados ya que Susuka dijo
-Sra. tenemos que seguir, aun no estamos a salvo, tome este te que le hará sentir mejor- sin más Seiren bebió aquel te amargo como el sentimiento que tenía en ese momento, pero funciono y siguieron, hasta que finalmente se detuvieron.

-Duerma Sra. yo hare las guardias- fue lo último que Seiren escucho de Susuka esa noche ya que durmió como nunca.

Seiren despertó y se encontraba en otro lugar muy distinto, este lugar estaba lleno de luz, tenía un bello césped y solamente dos árboles entre los cuales había un hombre sentado y se dirigían hacia El un grupo muy peculiar que reconoció enseguida, eran sus amigos, corrió hacia ellos y queriendo gritar pero la voz no salía de su boca. El hombre les hizo una señal y estos voltearon y fueron corriendo al encuentro de Seiren. Todos se abrazaron, las lágrimas brotaron de sus ojos y las sonrisas se dibujaron en sus rostros. Conversaron por largo tiempo pero sin decir ni una palabra solamente con tocar sus frentes se trasmitían sus pensamientos y sentimientos. El corazón de todos quedo en paz, habían logrado despedirse y cerrar los círculos abiertos que se quedaron, ahora si podían comenzar su "Gran Viaje" aquel hombre recibió a todos con los brazos abiertos, todos se despidieron de Seiren con sonrisas y un movimiento de manos. Seiren pidió que de donde estén cuiden a su bebe, el cual también era de ellos, a lo cual todos aceptaron también les pidió disculpas por no haber estado con ellos en el combate.
Korben le dijo, que ese no era su destino que su destino marcaba otro camino. Cirsseus, reforzó lo dicho por el enano, agregando que la misión de ella era la más importante. Vicentitas le dijo, que sería una niña la que llegaría. Hasiko dijo, que los tiempos que ahora tocan puerta serán muy peligrosos. Aquel joven que llego con Hasiko solamente dijo, esperara más de Otto. Hork dijo, que los extraña a todos y por ultimo Adam le dijo que la amaba a lo cual ella dijo que también a él lo amaba y que siempre la cuidaría.

Algo suave y húmedo rozo la cara de Seiren y se despertó viendo la nariz húmeda de Sombre frente a ella. El corazón de Seiren estaba tranquilo cosa que Susuka veía y Sombra sentía.

-Partamos Sra., que su padre nos espera- dijo Susuka mientras ayudaba a Seiren a ponerse de pie.

-Mi padre? cómo? no entien... te refieres al cápita de un navío?- dijo Seiren

-Sí, él es un aliado nuestro se encuentra en esa dirección- señalo con su mano

Un gruñido de Sombra alerto a las chicas las cuales comenzaron a correr pero era muy tarde, Susuka dijo a Sombra que se escondiera y que no hiciera nada hasta que fueran necesario ya que el seria el ultimo guardián de Seiren.

-Corra, corra Sra.! yo me hare cargo "Salve al libertador del Dranor"- dijo Susuka viendo a los ojos a Seiren.

-Libertadora- dijo Seiren haciendo que ambas sonrieran -Un honor conocerte Susuka "Pétalo Dulce" hermana de Hasiko"

El choque de armas, el crujir de las armaduras y los gritos era todo lo que se escuchaba como si aquel lugar disfrutara de eso. Después de unos minutos el silencio volvió, eso no es bueno pensó Seiren, volteo y vio como una mujer lanzaba un hechizo sobre ella, dejándola inconsciente.

Despertó, en un lugar frio, húmedo y mal oliente. La tenían desnuda, encadenada de pies y manos. Tenía frio y hambre, no tenía sed ya que bebía agua que goteaba del techo. Fueron varios días los que paso allí hasta que...

-Ahhhh!! Ahhhhh!!, maldita sea que es este dolor. Diablos que es este líquido, me estoy orinand.... ahhh!!- el parto comenzaba. Se abrió una puerta de piedra y entraron unas mujeres vestidas de negro.

-Aléjense maltadas perras !!, no se le ocurra toc..Ahhhhrme!! Y menos a mi hija- decía Seiren

-Veo que ya sabes que será mujer...Sra.- dijo otro al entrar por la puerta.

-Maldito traidor, todos confiamos en ti y así nos pagas, lárgate de mí vista!!!! ahhhhhh!!, ahhhhhh!!- Seiren entro en labor de parto y las mujeres le ayudaron.

Un llanto fuerte irrumpió en aquel cuarto que había quedado en silencio después del alumbramiento. Una de las mujeres acerco la niña a su madre y esta la pudo ver bien, la olio y la beso; observo como en su hombro izquierdo tenía tres lunares muy tenues, que se confundían con su color de piel, juntos formando algo así como rasguño de alguna garra. El aroma se quedo tatuado en Seiren. Pidio por ella ya que no sabia cuanto tiempo estarian juntas; la beso en la frente y con un dulce beso, en la boquita de aquella bebe, unio sus almas para siempre...asi siempre estarian juntas.


-Yo te bautizo con el nombre de Gwyneth D'Adenium "Nellas Ciryatan" Rosa De Fe.-

- Que haces estúpida dije que no quería que viera al bebe-
grito Otto mientras encajaba una daga en el cuello de aquella nodriza, para después salir de aquel lugar.

-Otto, devuélveme a mi hija...- aun no terminaba cuando un grupo de soldados comenzaron a golpearla brutalmente.

-Basta, desencadénela y llévenla al rio para que las bestias hagan el resto- dio la orden Otto.

Aun aturdida por los golpes Seiren escuchaba que la violarían antes de terminar de matarla. El primer guardia estaba listo para penetrar cuando de pronto aparecen unos no muertos que mataron a los soldados.

Seiren solo veía con un ojo y solo recuerda como Otto la envolvió con una capa, la coloco en un tronco la cual la llevo rio abajo. Pasado un tiempo despertó a la orilla del rio y al lado de ella estaba su buen amigo Sombra, el cual la ayudo a levantarse y seguir aquel camino rio que la podría llevar hasta con su padre.

Un suave movimiento de las olas, el aire freso y los cálidos rayos de sol fueron una buena mezcla despertar a Seiren. Recordaba aquel lugar, era su camarote, y esa ropa vieja al igual que ese perico eran inconfundibles.

-Padre?-

-Hija, que alegría verte con bien por un instante pensé que no llegaría hasta donde estabas, de no ser por un viejo gnomo que te traía en una carreta junto con tu perro no hubiera llegado a tiempo.-

-El gnomo me trajo hasta aquí?-

-Si hija, pero que ha pasado?

Seiren paso varios días platicando con su padre de lo sucedido y de cómo había terminado todo. El llano y la tristeza se hicieron presentes cada día sin dejar a un lado la felicidad de estar con su padre y su fiel amigo Sombra. Las noches mientras se recuperaba eran largas ya que entre el dolor de las heridas, pesadillas y recuerdo no lograba dormir bien. La depresión pos-parto se hizo presente. Más de una noche se decía así misma que no quería despertar, que lo único que quería era morir ya que la falta de su hija la hacía tan inútil, tan desgraciada y se decía que su vida no valía nada. Cada día se hundía más y más en su depresión de la cual salía poco para hundirse más. El destino jugo con ella tan cruelmente, tan vil, tan ruinmente que no veía la salida.

Una mañana se puso al frente del barco y su padre le dio el sobrero de capitán que algún día uso Adam y este le dijo que tenían que hablar de algo muy importante. pero que primero tenían que ir a un lugar, para ser más preciso una isla.

-De que quieres hablar padre?-

-Todo a su tiempo hija, ni antes ni después. Lo único que te puedo adelantar es que se trata "DE LA VERDAD"-

5 comentarios:

enrique dijo...

Otto va a morir bajo la espada de Clio, lo prometo.

muy buena tu historia, parece como ese comic de epilogo antes de que venga lo nuevo.

Aramil Nailo dijo...

Tu eres unas de esas personas que "vivio en carne propia" como cumple Seiren sus promesas :)

No dudo que Clio este presente, lo cual me dara gusto, pero yo tengo una lista que estaba en blanco pero ahora tengo a 4 nuevos miembros...yo buscare vengar la caida de los Campeones, mis amigos y mi amor. (Palabras de Seiren)

Gracias por los comentarios

enrique dijo...

ya hay muchos orientales y soy racista

Khail Dremanber dijo...

Muy buena historia Marco, es muy buena tu descripción sobre los hechos después de la caída de los Campiiiiiones :(

Tal vez la historia tenia escrito que tu fueras la porta voz de la verdad, y finalmente publicar el libro de la verdad.

:D

en hora buena amigo!!!

Dungeon Master Jhering dijo...

No mames, esta chingona Marco, ya te lo habia dicho por correo, pero lo escribo aqui para que quede constancia.

Me gusto, creo que es lo mejor que has escrito hasta el momento en este blog.

Felicidades y Saludos