viernes, 16 de diciembre de 2011

Revelaciones II

El Sol comenzaba a salir, el rocío de la mañana cubría por completo el barco, las gaviotas y el sonido de las olas producían una bella melodía que hacia despertar hasta al dios de la Ira de buen humor. La escotilla del camarote de Seiren permitía el paso de los rayos de Sol los cuales calentaron su espalda desnuda. Después de su baño matutino se dirigió a revisar todo antes de zarpar. El Sol comenzaba a verse por completo en el horizonte y su padre aun no salía, cosa que se le hizo muy rara, fue al camarote del cápita y este no estaba allí. Se escucharon unos ruidos que provenían de la cocina de la cual salió el capitán con dos tazas de café bien cargadas y unos biscochos recién salidos del horno. - ¿Alguien tiene hambre?- pregunto el viejo con ese andar tan singular el cual le hacía lucir muy cómico ante los ojos de Seiren. La chica solo hizo una expresión de agrado y fue con él para ayudarle con las cosas para dirigirse al comedor. Después de comer y reposar un rato el viejo comenzó a sonreír de la nada y su vista la tenía fija en su taza de café, la cual lucia muy antigua.

-Como bien dirían los gnomos “El que solo se ríe de sus maldades se acuerda”- dijo Seiren mientras le tomaba la mano a su padre.

Sonriendo y con los ojos cristalinos dijo el capitán -Recordaba a mi madre- la chica intento quitar la mano ya que se le vinieron una lluvia de recuerdos, de sus madre y de su hija, los cuales la entristecieron pero antes de que la quietara el viejo la sujeto con fuerza para que no le dejara.

-No corras hija, no tienes por qué huir, cada que caigamos tenemos que levantarnos, pero no viendo al suelo sino al cielo para buscar a la Gran Madre. Recuerda que el Universo y la Gran Madre confabulan para que estemos donde estamos. Tenemos que pasar muchas cosas para ser probados para ver si somos capaces de crecer, vivir y morir por la Gran Madre. Sabes la segunda palabra de Ella es ESPERANZA. Lo primero que viene a la mente cuando pienso en ESPERANZA es mi madre, la cual me dio la Gran Madre, ya que ella siempre estaba allí para mí. Recuerdo como disfrutaba vernos jugar a mis hermanos y a mi tranquilamente; también recuerdo como corría a nuestro auxilio cuando veía que caíamos y nos lastimábamos, si fuera por ella siempre hubiera estado allí pero no fue así La Gran Madre la mando llamar hace mucho tiempo.

Hija, la ESPERANZA siempre a llega nosotros como una madre dranoriana (terrenal) que está dispuesta a darlo todo por nosotros , ellas como la Gran Madre, están en espera de nuestro bien estar. Los brazos de la ESPERANZA nos confortan en nuestro camino lleno de piedras, angustias y pesares como lo hacen las madres. El apoyo y la calidez de sus brazos no se compara con nada en Dranor ni en ningún otro plano.


Tienes que tener cuidado hija ya que la LUJURIA se hará presente ofreciéndote un supuesto confort e intentara luchar contra la ESPERANZA para confundirte y hacer que te pierdas en sus falsos y vanos placeres para de esta forma encerar tu alma y espíritu en una celda creada por tus misas debilidades y temores. La celda no podrá ser jamás abierta por nadie ni siquiera por ti ya que los placeres de la LUJURIA son muy bellos.

Seiren, la ESPERANZA fue crea por el amor de La Gran Madre ya que en sus salmos nos da un mandato que es el de “Amarla ante todo y todos” pues bien de aquí nace la ESPERANZA ya que ella está dispuesta a darnos todo su amor y a levantarnos de toda caída que tengamos…ella correrá a nuestro encuentro siempre que la necesitemos.-


Seiren no dijo nada aquella mañana. Partieron temprano rumbo a un destino desconocido para Seiren, estaba llena de dudas las cuales no quería preguntar al Viejo Capitán ya que temía no ser lo suficiente digna de aquellas enseñanza. Su padre hablo de 7 palabras de las cuales solamente van 2 y sus ideas están completamente revueltas creciendo cada instante como el mal que está en Dranor.

Seiren sentia como las heridas del pasado aun dolian y sabia que tenia que enterrarlas para depurar su ser y dejar ir a las personas que amo y a las que no también ya que el pasado es una carga muy pesada además de sombría que eclipsa su presente.

Poco después de mediodía el padre llevo a la hija una jarraba con agua. -Padre, tengo miedo…- dijo Seiren con la mirada al suelo y lagrimas que ahogaban sus grandes y bellos ojos color miel.
Tomando la barbilla de la chica y secando las lagrimas que corría por la mejilla de esta, el viejo dijo -Hija, veo que estas viva y al estar viva es un milagro en esto tiempo de oscuridad. No temas solamente te FE para que puedas comprender aquello que la razón no puede y jamás dejes de tener ESPERANZA debido a que la Gran Madre correrá en tu auxilio.-

El mar, el cielo, Seiren y el Viejo pasaron tranquilos el resto del día.

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