Cierto día, poco después de la comida el viejo Capitán se encontraba dando de comer a una gaviota la cual parecía haber viajo a morir en altamar ya que en los mapas no enseñaba ninguna isla. El ave se veía como lastimada además de cansada.
Mientras atendía aquella ave, el viejo tarareaba una canción muy alegre y se encontraba de muy buen humor, pero el loco loro del Capitán estaba celos ya que este no le ponía atención, fue tanto el alboroto creado por el loro que Seiren fue a ver que era lo que pasaba ya que era mucho el ruido. Seiren llego a pensar que probablemente su padre estaba en problemas asi que llego con su espada desvainada y su ballesta lista. Cual fue su sorpresa que al ver aquel loro lleno de celos porque su padre estaba curando atendiendo a la gaviota.
Buscando la manera de callar aquel escandalo Seiren lanzo una de sus virotes la cual fue a dar a la patas de aquel loro el cual mas se molesto y se cago sobre el virote. Seiren vio esto y soltó la carcajada y comenzó a cantarle al loro y este bailoteaba de gusto.
-Maldito loro, esta completamente loco….mmm antes de que salgas con tus dicho los Dwarf dicen “que las cosas se parecen a sus dueños”- refunfuñaba el viejo sin dejar de atender aquella gaviota.
-Padre ¿que acaso no las gaviotas vuelan mar adentro para morir?- Pregunto Seiren mientas revisaba su ballesta.
-Si- respondió el viejo si dejar de hacer lo que hacia.
-En ese caso ¿Por qué no dejemos que cumpla con su ciclo?- insistía Seiren.
- ¿Por qué no ayudar a que no se cumpla ese ciclo? –el viejo contesto a su hija con otra pregunta y prosiguió – Hija, los ciclos se tiene que cumplir pero eso no quiere decir que no se pueda romper un ciclo. El mejor ejemplo es el ciclo menstrual de ustedes, ¿que acaso no se rompe un ciclo cuando una de ustedes se embaraza?- hizo una pausa para que respondiera Seiren y al mismo tiempo observar si las heridas sanaban en ella.
-¡Claro!, solo que después se retoma- respondió la chica con una voz firme y tranquila.
-¡Muy chistosito Viejo Cochino!- Reclamo Seiren fuertemente a su padre.
-Pues la verdad que si soy muy chistoso jejejeje- fanfarroneaba el viejo
- Dejando las broma a un lado hija, no siempre podemos ir a favor de la corriente. Las personas que han ido en contra de la corriente han sido marcadas y señaladas por mucho pero en un mal sentido o un sentido de desinterés. Hoy nos puso una buena prueba La Gran Madre, ya que hoy nos mostro un lado de una de sus palabras CARIDAD. Esta palabra es como el momento en que una madre manda llamar a su hijo ya que uno espera el llamado de la madre, pues bien este llamado a todos nos llega y a todos nos lo hacen. La parte difícil de aquí es “escucharlo” y “seguirlo”.
El hambriento hay que darle de comer, al sediento hay que darle de beber, al enfermo hay que curarlo, al extranjero hay que acogerlo, al inculto hay que ensenarle y al ateo hay que evangelizarlo. Cuando alguien hace estas cosas con el corazón, no con la razón, siempre recibe involuntariamente una sensación de alegría, bienestar y paz interior ya que hizo algo bueno por alguien. Amar a los demás como a si mismo, esto es otro mandato de la madre. Al poner en practica la CARIDAD, estamos cumpliendo con dicho mandato permitiéndonos estar mas unidos a La Gran Madre.
Hoy en esta pequeña gaviota podemos poner en practica lo que te he dicho o bien solamente dejar que cumpla con el ciclo que pensabas que tenia que cumplir Hija. La FE es tan grande que no la podemos ver pero que con ESPERANZA sabemos que la veremos ya que la CARIDAD de nuestra Madre es infinita y nos ayudara en nuestra vida.-
El viejo dejo pensando a Seiren mientras él se ponía a jugar con su loro, el cual estaba poniendo atención a su charla. Miro a la jaula y vio que Seiren estaba observando a la gaviota para después tomarla entre sus manos ya que esta se veía muy débil y temblaba. Seiren puso la gaviota entres sus blancos y bien formados pechos para darle calor, tratando de evitar que temblara mas, finalmente lo logro.
Al cabo de tres días la gaviota se recupero por completo y Seiren sentía algo dentro de ella que la hacia muy feliz (no era una riata) gracias a La Gran Madre, por medio de la caridad logro sentirse plena…llena de Fe, esperanza y caridad. Su padre se sentía muy orgulloso de ella.
Una noche antes de dormir el viejo se dirigió al camarote de Seiren y observo que estaba escribiendo en su bitácora y la gaviota se encontraba dormida sobre un nido improvisado.
Después de observar una rato la escena pregunto-¿Que me puedes decir ahora de los ciclos Hija?-
Volteo la chica y con una sonrisa enorme respondió –Que se pueden romper para crear nuevos-
-Que La Gran Madre cuide y guie tu sueno y sueños Hermosa- dando un beso en la frente a la chica se despidió.
-Igualmente papa- se despidió ella.
Mientras atendía aquella ave, el viejo tarareaba una canción muy alegre y se encontraba de muy buen humor, pero el loco loro del Capitán estaba celos ya que este no le ponía atención, fue tanto el alboroto creado por el loro que Seiren fue a ver que era lo que pasaba ya que era mucho el ruido. Seiren llego a pensar que probablemente su padre estaba en problemas asi que llego con su espada desvainada y su ballesta lista. Cual fue su sorpresa que al ver aquel loro lleno de celos porque su padre estaba curando atendiendo a la gaviota.
Buscando la manera de callar aquel escandalo Seiren lanzo una de sus virotes la cual fue a dar a la patas de aquel loro el cual mas se molesto y se cago sobre el virote. Seiren vio esto y soltó la carcajada y comenzó a cantarle al loro y este bailoteaba de gusto.
-Maldito loro, esta completamente loco….mmm antes de que salgas con tus dicho los Dwarf dicen “que las cosas se parecen a sus dueños”- refunfuñaba el viejo sin dejar de atender aquella gaviota.
-Padre ¿que acaso no las gaviotas vuelan mar adentro para morir?- Pregunto Seiren mientas revisaba su ballesta.
-Si- respondió el viejo si dejar de hacer lo que hacia.
-En ese caso ¿Por qué no dejemos que cumpla con su ciclo?- insistía Seiren.
- ¿Por qué no ayudar a que no se cumpla ese ciclo? –el viejo contesto a su hija con otra pregunta y prosiguió – Hija, los ciclos se tiene que cumplir pero eso no quiere decir que no se pueda romper un ciclo. El mejor ejemplo es el ciclo menstrual de ustedes, ¿que acaso no se rompe un ciclo cuando una de ustedes se embaraza?- hizo una pausa para que respondiera Seiren y al mismo tiempo observar si las heridas sanaban en ella.
-¡Claro!, solo que después se retoma- respondió la chica con una voz firme y tranquila.
-Recuerdo haber escuchado en algún lugar una relato entre La Gran Madre y su primera apóstol después que le fallara a La Gran Madre, mas o menos esta fue la conservación “Pagaras con sangre lo que has hecho…pero mi bondad es infinita y por lo tanto pagaras en cómodas mensualidades” y de allí viene el origen las menstruación… jejeje! que buen chiste- el viejo dejo a la gaviota en una pequeña jaula mientras reía a carcajadas. El Capitán retomaba su habitual actitud ante la vida.
-¡Muy chistosito Viejo Cochino!- Reclamo Seiren fuertemente a su padre.
-Pues la verdad que si soy muy chistoso jejejeje- fanfarroneaba el viejo
- Dejando las broma a un lado hija, no siempre podemos ir a favor de la corriente. Las personas que han ido en contra de la corriente han sido marcadas y señaladas por mucho pero en un mal sentido o un sentido de desinterés. Hoy nos puso una buena prueba La Gran Madre, ya que hoy nos mostro un lado de una de sus palabras CARIDAD. Esta palabra es como el momento en que una madre manda llamar a su hijo ya que uno espera el llamado de la madre, pues bien este llamado a todos nos llega y a todos nos lo hacen. La parte difícil de aquí es “escucharlo” y “seguirlo”.
El hambriento hay que darle de comer, al sediento hay que darle de beber, al enfermo hay que curarlo, al extranjero hay que acogerlo, al inculto hay que ensenarle y al ateo hay que evangelizarlo. Cuando alguien hace estas cosas con el corazón, no con la razón, siempre recibe involuntariamente una sensación de alegría, bienestar y paz interior ya que hizo algo bueno por alguien. Amar a los demás como a si mismo, esto es otro mandato de la madre. Al poner en practica la CARIDAD, estamos cumpliendo con dicho mandato permitiéndonos estar mas unidos a La Gran Madre.
Hoy en esta pequeña gaviota podemos poner en practica lo que te he dicho o bien solamente dejar que cumpla con el ciclo que pensabas que tenia que cumplir Hija. La FE es tan grande que no la podemos ver pero que con ESPERANZA sabemos que la veremos ya que la CARIDAD de nuestra Madre es infinita y nos ayudara en nuestra vida.-
El viejo dejo pensando a Seiren mientras él se ponía a jugar con su loro, el cual estaba poniendo atención a su charla. Miro a la jaula y vio que Seiren estaba observando a la gaviota para después tomarla entre sus manos ya que esta se veía muy débil y temblaba. Seiren puso la gaviota entres sus blancos y bien formados pechos para darle calor, tratando de evitar que temblara mas, finalmente lo logro.
Al cabo de tres días la gaviota se recupero por completo y Seiren sentía algo dentro de ella que la hacia muy feliz (no era una riata) gracias a La Gran Madre, por medio de la caridad logro sentirse plena…llena de Fe, esperanza y caridad. Su padre se sentía muy orgulloso de ella.
Una noche antes de dormir el viejo se dirigió al camarote de Seiren y observo que estaba escribiendo en su bitácora y la gaviota se encontraba dormida sobre un nido improvisado.
Después de observar una rato la escena pregunto-¿Que me puedes decir ahora de los ciclos Hija?-
Volteo la chica y con una sonrisa enorme respondió –Que se pueden romper para crear nuevos-
-Que La Gran Madre cuide y guie tu sueno y sueños Hermosa- dando un beso en la frente a la chica se despidió.
-Igualmente papa- se despidió ella.
-Padre...yo soy como la gaviota, ya que sin ti mi ciclo habria terminado hace mucho tiempo- dijo Seiren mientras el viejo se retiraba.
-No, tu eres mi hija y te amo-
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