El Libro de la Verdad

La clave de cada civilización no fue ni la rueda ni la magia y mucho menos la fuerza, lo que fue, es y seguirá siendo es la comunicación. La Gran Madre nos entregó el regalo del habla, en nosotros está el crear la comunicación.

Capítulo VI

Amigo o Enemigo

Mes De La Vida; días de la segunda semana , año 2502 finales de la Tercer Era

-Veo que Flock te dejó claro el mensaje en tu última practica ya que ese dedo puede llegar a infectarse sino dejas de clavar tu uña en él. !No quiero pensar en todo el dolor que te causaría el tener que mutilártelo! ¿Imaginas lo que sería de ti si perdieras el dedo pulgar de tu mano? Serias una persona incompleta, un ser alejado de la perfección y pasarías a ser una erro de este mundo.

Merith, tienes un libro que buscan más de dos entre ellos unos reyes y algo o alguien que logró mandar sombras hasta donde estabas. ¿Qué habrás escrito? ¿Qué o quién eres en realidad? Como dirían los humanos “Con el corazón en la mano” No dejas de sorprenderme de tu habilidad de asumir y plasmar las cosas…esto no es nada más ni nada menos que un verdadero regalo o maldición de los Dioses.

Tu tiempo se aproxima y crearás grandes cosas pero antes tienes que ver que es lo que en realidad buscan “estos”- tono despectivo- sujetos que te acompañan y que según ellos “te rescataron”-tono sarcástico- Ese cuento yo no se los creo, piensa ¿Qué casualidad de que en el momento más importante y peligros de un ataque sorpresa estos llegaron a rescatarte desde un reino que no conoces? - Merith se despertó y abrió los ojos por el dolor de clavarse la uña, mientras dormía, observo que aún estaban todos dormidos excepto Argory, el cual estaba haciendo su guardia. Sentado frene a la fogata fumando un cigarrillo esperando que saliera su café. Argory le vio y dijo -Veo que Flock te dejó claro el mensaje en tu última practica ya que ese dedo puede llegar a infectarse sino dejas de clavar tu uña en él... –Sobresaltada Merith se despertó, dando un salto se puso de pie.

Una neblina densa y baja envolvió el lugar, ya no estaba donde se había acostado era otro lugar. Caminó y buscó, pero no encontró nada excepto unas pequeñas luciérnagas que jugueteaban en su entorno. La respiración cada vez era más acelerada, sentí como el sudor que salía de cuello recorría todo su pecho hasta llegar a sus pezones y de allí seguían su camino hasta perderse en su entre pierna. El miedo y se comenzó a adueña de ella. Sintió como se comenzaba a perder en su miedo ofuscándose hasta el punto de sentirse ahogado por la neblina. El aire no era suficiente, tirada en el suelo las luciérnagas le iluminaron la mano, está con su vista borrosa por la falta de oxígeno pudo ver su dedo herido y recordando la enseñanza de Flock clavó su uña lo más fuerte que pudo haciéndola dar un gran grito de dolor, tomó tanto aire que dejo aquel lugar sin nada de neblina.

Poco a poco se acomodó en posición fetal para volver a nacer; conforme nacía se sentía feliz y contenta había vencido a su miedo. Finalmente se irguió y dio las gracias a las luciérnagas por haberla guiado hasta su dedo, las luciérnagas comenzaron a girar rápidamente formando una figura como de un tigre y un dragón.

Merith más tranquila y contenta por lo que había logrado comenzó a caminar sin dirección en aquel lugar que ahora le era familiar...era el patio trasero de casa de Diego, el cual tenía en el suelo un dibujo extraño que nunca nadie había podido descifrar.

Tres columnas de fuego salieron de los extremos de aquella figura las cuales fueron a dar hasta el cielo, iluminando aquel lugar. Una roca del tamaño de 2 carretas salió del suelo, el cual temblaba, pero aquella roca no era una roca normal ya se podía ver como emanaba de ella los 4 elementos básicos que conocieron las razas antes de cualquier era, fuego, agua, tierra y aire. Sentado en la parte superior de la roca había una forma humanoide la cual no alcanzaba distinguir bien.

-Bienvenida Merith, que gusto me da saludarte al fin “frente a frente”. Tanto tiempo y tantas vidas que hemos vivido juntos y no habíamos podido presentarnos formalmente. Hoy es el día en el cual consumaremos nuestro ser en uno solo, ya no habrá pasado ni futuro solamente presente- La figura comenzó a descender poco a poco de aquella extraña roca; frente a ella Merith se percató que la figura tenía una túnica con un cinturón de pequeñas roca y joyas de incalculable valor; no tenía pies pareciera que flotara; no tenía rostro solamente agua dentro de aquella capucha y los más sorprendente una aureola de fuego.

- Yo soy todo aquello que no quieres ser, además de ser todo lo que no puedes ser. Soy la carencia de valor y la ausencia de temor. Soy lo que te falta y lo que te sobra. Yo soy Azrael, tu demonio-. Merith se sorprendió y asimilo que no debía temer aquel demonio ya que era ella misma solo que en otro plano o espacio. Merith vio en el rostro de Azrael todas sus vidas pasadas y como habían muerto sus antecesores –¿Te asusta? Estoy aquí, aprovecha que puedes ver tu pasado; dame las gracias por dejar ver cómo fuiste, viviste y moriste en el pasado. Yo soy el alfa y seré tu omega; has nacido de mí y te he convertido en todo lo que eres. Un dios me creo para encomendarme la tarea de ser tu demonio. Un balde de agua fría cayó en el cuerpo desnudo de Merith, haciéndola temblar de frio. -¿Dónde está mi ropa?- pregunto Merith mientras temblaba. –Frente a mí no la necesitas, somos uno ¿lo recuerdas? Yo sé todo de ti, hasta del ese bastardo que llevas en tu vientre. Seré honesto, no me imagine que fueras una zorra y una estúpida para meterte con ese tal Roy. Merith estaba desconcertada ya que en algún momento de su vida, cuando supo del embarazo, eso pensó de si misma. Azrael continuo

–Bueno, ¿qué se puede esperar de una huérfana? que no sabe nada sus padres ni de sus familia. Siempre me tocan este tipo de basuras. Sonara muy ilógico, pero ¡me das asco!. Te aborrezco Merith, ¿ A dónde iras a parar con esta vida que llevas? Entrega ese estúpido libro a tus nuevos “amigos” y así vivirás feliz con tu bastardo ya que Roy morirá- Ya no había más frio, ahora temblaba de miedo al saber lo que le había pasado a Roy. El libro salió de entre la roca y tenía un brillo especial. Merith camino así el libro, sintiendo como la criatura que llevaba en su vientre se movía como si quisiera salir; un sangrado de su vagina comenzó a dejar una estela de sangre y jugos vaginales. Lloraba sin parar, no imaginaba su vida si Roy. Ahora su vida no valía nada. –Observa todo el mal que te ha hecho ese libro, has perdido mucho y perderás mucho más.-

Las piernas casi no permitían a Merith moverse. Faltando unos metros para que Merith llegara hasta donde Azrael estaba escucho un aullido –¡Auuuuuuuuuuuu!- ese aullido tenía algo de familiar, era Alfa.

Merith no lo noto pero una pequeña onda se produjo en el rostro de Azrael –Vamos entrégame ese libro y así vivirás tranquila el resto de tus días-

Poco a poco Merith recobro la fuerza en las piernas, sus paso eran más seguros. Repetía el nombre de Alfa –Alfa, Alfa, Alfa…¡lo tengo!- Al pronunciar estas palabras se produjo una aura de energía sónica, la cual extinguió las columnas de fuego y destruyo la roca haciéndola explotas hasta dejarla hecha polvo. Azrael se encontraba en el piso de rodillas ante Merith.

-¿Cómo lo has conseguido?- preguntaba Azrael con un hilo de voz muy delgado.

-Tú me diste la respuesta y ahora preguntas “¿cómo lo conseguí?”- Respondió Merith

–Pero para que no tengas miedo de mi te lo diré. Al principio no entendía nada de lo que me decías y la verdad si pensé en entregarte el libro, pero cuando escuche el aullido recordé todo lo que me habías dicho. Una lluvia de frases vino a mi mente, las cuales todas tenían dos cosas en común “Mi pasado” y “Mi futuro” casi nada de lo que dijiste fue en presente. Además me regalaste claves, por ejemplo que eres “Alfa y Omega”, eso en algunas religiones es “Principio y fin” pero no hay nada en medio de eso, así que pues volvemos a lo mismo “el presente”.

También decías que sería feliz, nunca dijiste que que soy feliz o soy infeliz.

Otro detalle que casi paso por alto, fue el hecho que solo mostraste mis vidas pasadas, jamás nada de mi vida presente.

Hablaste de mi hijo pero de algo que dije no de algo que pienso o digo.

No puedo dejar de mencionar tu primera frase clave “Hoy es el día en el cual consumaremos nuestro ser en uno solo, ya no habrá pasado ni futuro solamente presente” esta frase en presente me indica que no eres nada sin mí ya que desde hace tiempo me esperabas para ser alguien.

Otra frase en presente fue “ Yo soy todo aquello que no quieres ser, además de ser todo lo que no puedes ser. Soy la carencia de valor y la ausencia de temor. Soy lo que te falta y lo que te sobra.” Volvemos a lo mismo eres un complemento de lo que yo soy.

Tus insultos fueron en presente, esos no cuentan ya que no marcas mi vida con ellos

-¿Qué me dices de la muerte de Roy?- dijo Azrael mientras se levantaba lentamente.

Una patada de Merith en el hombro de Azrael lo hizo caer de nuevo al suelo –Lo único que tengo que decirte de eso, es que todos moriremos-

-Bien hecho Merith has ganado mi respeto y admiración ahora sabes que puedes luchar contra cualquier demonio ya que el más poderosos de todos es el demonio interno, siempre estaré aquí para escucharte.

Todo se ilumino, por un instante no podía ver nada Merith hasta que por fin logro ver a Argory sentado frente a la fogata.

-Sí, Flock me dejo claro el mensaje- dijo Merith antes de que Argory dijera cualquier cosa.

-Acércate por favor Merith. Siempre existirán los fantasmas y demonios de nuestro pasado. Los cuales nos perseguirán toda la vida. Hoy aprendiste a convivir con el tuyo, por cierto el más fuerte, ya que libraste “Tu combate interno” esto implica que detrás de todo lo malo que tenemos, siempre hay algo bueno y que todo lo malo que hayamos hecho siempre hay forma de remediarlo “No podemos vivir en el pasado, pensando en un futuro mejor, olvidando vivir el presente” cada momento tiene su magia y milagro, vívelo como si fuera el ultimo. Ahora ve a dormir que mañana será un día largo –

Argory se levantó y dejo a Merith frente a la fogata ya que iría hacer un rondín, pero ya un poco alejado se detuvo y sin voltear le dijo –Dijo que te escucharía, no que te ayudaría- con esta frase Argory desapareció entre los árboles y Merith se durmió de nuevo abrazada de su amigo Alfa quien la ayudo en su viaje.